Polvorineshandb dialogó con
Guillermo Milano, quien hizo un balance del año de la pólvora, se mostró
conforme con algunos pasajes del juego pero señaló que “el balance no es el
deseado”. Además dejó la incógnita de si seguirá o no el año próximo al frente
del conjunto alemán.
Uno cuando empieza el año apunta a lo más
alto, sueña con alcanzar todas las metas que se empezó a fijar en diciembre del
año anterior y la ilusión en lo que lo mantiene al tope los primeros meses. A algunos
la ilusión se le empieza a convertir en realidad y eso hace que poco a poco se
comiencen a cumplir las metas.
El año
pasado Guillermo Milano seguramente imagino otro 2017 para SAG Polvorines. Se habrá
ilusionado con el Titulo en el Nacional B de Córdoba, con el sexto puesto en el
Clausura y el ingreso del Súper 7. Pero la realidad, le mostró una cara poco
conocida para un entrenador de mucha trayectoria y victorias en su haber.
La pólvora este año terminó séptimo en el Apertura,
undécimo en el Clausura, decimo en la tabla anual, no participó del Nacional B
en Chapadmalal y no ingresó al Súper 7 de fin de año. Todo muy lejos de lo
esperado.
Polvorineshandb dialogó con el
Entrenador de SAG Polvorines y Asistente de Manolo Cadenas en la Selección Nacional,
Guillermo Milano, quien sostuvo que el balance
“no es el deseado. Pero pudimos terminar el año luchando, jugando bien
algunos partidos. Soportando bajas y lesiones complicadas que nos hicieron
sentir bajas importantes.
Hubiésemos querido estar más arriba, de
mínima haber entrado al súper siete. Con eso hubiésemos cerrado el año de otra
manera”.
El entrenador de la pólvora es muy exigente
con su equipo pero más con él por eso no es raro que se haga cargo del año que
se tuvo, “como siempre que dirijo o hago algo en la vida asumo las
responsabilidades. Para que se logren o no las cosas se depende de muchas
variables y en este caso al no conseguir los objetivos planteados el
responsable es el entrenador.
No fue el año que esperábamos pero hubo cosas
muy positivas. Jugadores jóvenes que se sumaron a Liga, terminamos con 5 o 6
juniors que jugaban en la B y terminaron demostrando que podían jugar en liga y
algunos fueron titulares”.
Igualmente el ex entrenador de la selección
Juniors analizó que a pesar de “la ida de Juan Bar, que era clave para
nosotros, pudimos jugar de igual a igual contra equipos como UNLU, que perdimos
por uno. Ballester, que perdimos por dos o tres. Les jugamos de igual a igual.
Les hicimos partidos a todos. En el Apertura le ganamos a Dorrego. No perdimos
ningún partido ni con Estudiantes, Lujan. Con Defensa, Vilo, Mitre fue uno y
uno. Se le ganó a River. El balance en cuanto a la posición no es bueno pero
con un poquito más podríamos haber hecho un año bueno y hoy estaríamos hablando
de otra cosa”.
Siguiendo en la misma línea de exigencia
propia Milano sostiene que a los jugadores “no le voy a reprochar nada ni le
voy a echar la culpa del resultado. Si tengo algo que decirle se lo digo dentro
del vestuario. El jugador paga para jugar y hace un sacrificio enorme. Lo que
si me gusta es que a pesar de todo aunque sea amateur lo tome de la manera más
profesional posible” y a nivel personal afirmó que “fue un año muy duro. Tuve
el mundial en enero, el panamericano y mundial juniors, una gira con la
selección. Tal vez la carga de cosas, haga que uno pierda potencia e intensidad
pero no ganas. Yo venía a entrenar con más ganas que nunca e hice todo lo que
pude. Por ahí la sumas de hace que cueste llevar delante de la mejor manera al
equipo”
Si algo se vio desde afuera fue que el equipo
nunca terminó de afianzar un siete titular y ya transcurrido y finalizado el
año se puede afirmar que este año fue de transición para la pólvora. Se fueron
jugadores de importancia como Juan Bar, Rodrigo Ochoa, Cesar Rasgido, Gonzalo
iglesias, Federico Levie, se sumaron jóvenes de afuera como Tomás Bernachea,
Christian Heredia (que a mitad de año abandonó el club), Conrado Areas, la
experiencia de Bruno Ferrari, la vuelta al club de Robertino Pagano y la consolidación
en Liga de Mariano Suarez, Matías
Ramírez, Mauricio Sanchéz entre otros.
A todas estas altas
y bajas se sumaron las lesiones que tuvo que sufrir Polvorines durante todo el
año, que por ejemplo significaron no tener un pivote fijo. Milano expresó que esto
se debió a que “se nos fue el Colo
(Gonzalo Iglesias), se nos lesionó Federico (González), Matías Gandolfo alterno
y no, se nos fue Rodrigo (Ochoa), que era el Pivote, a jugar a Italia. Tuve que
pasar a Leonardo (Gervasoni) del central al pivote”.
“Las lesiones generan estas cosas. No es que
uno no supo a quien poner. El pivote es un puesto clave. Es el eje junto al
central y el arco, son tres puestos claves en el juego. En el arco trajimos a
Conrado (Areas) para ayudar a Alejandro (Ledesma) y aportó aunque es muy joven
todavía. Ale venia de un año jugando muy poco, tuvo partidos muy buenos. Otros
no tanto”.
Para terminar con el tema lesiones el ex
asistente de Eduardo Gallardo no las quiso poner como escusas ya que otros
clubes también las sufrieron y salieron adelante pero remarcó que “fueron
importantes. La lesión de un Tobías (Wolf), en un partido que estábamos ganando
por tres faltando seis, siete minutos y lo terminamos perdiendo.
La factura de Tobías le significó estar dos
meses parado. Sebastián Ferraro lesionado tres meses, Leo lesionado un mes y
pico”.
A pesar de todos los aspectos negativos, para
el entrenador de la pólvora el equipo tuvo momentos muy buenos y se encargó de
señalarlos “hubo momentos muy buenos en la fase del ataque y contra ataque, de
mucha prolijidad pero no lo pudimos sostener durante sesenta minutos. Tal vez
nadie lo puede sostener pero por ahí hubo baches de entre diez y doce minutos
tan flojos que hicieron que te equiparen o te pasen por arriba” aunque lo bueno
se vio opacado por lo negativo ya que “en la fase defensiva fue al revés. No tuvimos
un sistema defensivo intenso que nos permita ayudar al arco y bajar un poco los
goles en contra. Hemos perdido partidos 31-28. Cuando el año pasado el promedio
de goles en contra fue de 24. Hubo una diferencia de seis, siete goles más en contra
que cuestan remontar.
La fase defensiva fue el punto más débil más
esos diez, doce minutos del ataque que nos hicieron no poder sostener los
partidos que estábamos de igual a igual”.
Como ejemplo puso el partido ante Ferro en el
último clausura donde Polvorines jugó muy bien en los primeros treinta minutos y
terminó perdiendo 25-32 “contra Ferro hicimos muchos goles de contra ataque en
el primer tiempo, jugando para mi muy bien. Después en el segundo tiempo, la
toma de decisiones fue errónea y la pagamos caro. Situaciones de contra ataque
de perder la pelota y de tener la posibilidad de ponernos a dos se fueron a
cuatro y así un equipo que está jugando muchas cosas y está acostumbrado a
jugar finales te saque una diferencia final de ocho, nueve goles”.
Guillermo Milano todavía no definió su
continuidad. Para ello hablara con la gente del club y verán que es lo mejor
para Polvorines pero a pesar de ello el asistente de Cadenas señaló que la idea
es “planificar el año que viene de la mejor manera posible, esto no quiere
decir que me este renovando el contrato. La idea es planificar el año próximo conmigo
o sin mí. Lo importante es el club y los jugadores, este yo o quien sea.
Yo deje acá mi vida. Cuando vengo dejo el
alma y en los partidos cuando me pongo loco es porque quiero al club. Tuve un
proceso de ocho años primero y dos años y medios ahora. En total son diez años
y medios, tengo un afecto importante por el club, los jugadores y Jorge Schulz
que es uno de los que más se merece que yo le responda”.
El año próximo será un año agitado para la selección
nacional ya que tiene el torneo en España en enero próximo, luego Odesur,
Panamericanos y si las cosas se dan como uno espera Mundial en Enero 2019 por
ello deberán hablar y definir qué es lo mejor para el club.
Guillermo Milano significa mucho para Polvorines,
fue el entrenador que lo llevo a lo más alto de su historia con el tercer
puesto a nivel panamericano en 2009 y siempre será referente del banco alemán
por ello la decisión que se tome seguramente será la mejor.
Queda esperar y ver que
le depara a la pólvora el año próximo, por lo pronto como en todos los
diciembres soñaremos y unos ilusionaremos con un año muchísimo mejor al que
vivimos. ©CRAM
